El poder del ABRAZO
Así es, hay que abrazar, y cuanto más mejor. En muchas ocasiones nos hemos complicado la vida pensando lo que le puede estar sucediendo a un niño que últimamente se muestra más serio de lo habitual, más arisco, triste… Y buscamos razones por las cuales se puede sentir así.
Lo que tenemos que preguntarnos es… ¿Dedico el tiempo suficiente a mi hijo? ¿Soy cercano con él? ¿Le demuestro día a día que le quiero? ¿Comparto con él momentos de risa y carcajadas?
Si preguntamos a los padres que quieren para sus hijos, normalmente contestan la FELICIDAD “Quiero que mi hijo sea feliz”. Sin embargo, el que debería ser el protagonista aquí sería la SEGURIDAD, “Quiero que mi hijo sea seguro de sí mismo y confíe en él, en sus capacidades. Un niño seguro de sí mismo siempre será feliz, en casa, en el colegio, y en la calle. . La seguridad hace que gestionemos bien los avatares de la vida, que sepamos sobrellevarlos.
La SEGURIDAD está muy unida al APEGO, al vínculo cálido y amoroso, junto con la oxitocina que nos hace sentir bien. Los niños no se complican, parece raro decirlo, pero así es. Éstos solo quieren una dedicación, desean y buscan ese sentimiento de admiración por parte de sus padres. El vinculo entre padre-hijo, el famoso APEGO, es el responsable de fortalecer gran parte de esta seguridad de la que hablamos.
¡Abracémonos! El poder del abrazo es tan grande como lo que genera.
Alborota la OXITOCINA, encargada de hacernos sentir BIEN
Nos permite ser más PACIENTES
Es un remedio perfecto contra el estrés y la ansiedad
Fortalece la AUTOESTIMA (especialmente en los niños)
Libera DOPAMINA, culpable del buen humor y la motivación
Ayuda ponerle mejor cara al dolor o a un mal momento
Comunicas muchas emociones sin decir ni una palabra
Es un shot de FORTALEZA para el SISTEMA INMUNOLÓGICO
Balancea nuestro sistema nervioso
Es una gran muestra de AMOR Y APOYO