Nuestro cerebro emocional toma las riendas de nuestras decisiones cuando siente que estamos en peligro. Es lo que llamamos «SECUESTRO EMOCIONAL». El cerebro está programado para sobrevivir, utiliza un mecanismo de defensa que es la huida o el ataque. En ese momento tenso, nuestro cerebro emocional es el que decide cómo actuar. Es un mecanismo útil cuando nos encontramos en una situación de peligro grave. Sin embargo en otras ocasiones suele llevarnos al descontrol y al desastre desembocando en una discusión que acaba mal.
Es muy interesante y práctico a la vez, saber cuáles son las mejores estrategias para mantener la calma en situaciones de secuestro emocional.
1- Mantén la calma, sigue en modo conversación. “Dos no se pelean si uno no quiere”.En el momento en el que te contagias de la ira de la otra persona terminas agrandando la emoción, comportándote de manera descontrolada. Busca un acuerdo, mantente en modo conversación.
2- Trata a la persona descontrolada como si fuera un niño grande. Ignora el drama y ese momento de histeria. Espera a que baje esa ira. Ante un niño descontrolado no actuamos de manera racional porque al estar secuestrado emocionalmente no tendría sentido. Agárrate en esos momentos a la razón y trata a la persona como si fuera un niño grande.
3- Ralentizar la conversación. Habla más despacio.Es una estrategia para momentos de tensión. Evita decir “deja de gritar”. Cuando nos sentimos invadidos por la ira no nos gusta que nos digan lo que tenemos que hacer. Mejor dile “por favor habla más despacio”. Esto ayuda para que sea más consciente de su descontrol y pueda comunicarse de forma más racional.
4- Hablar con su cerebro racional. ¿Qué quieres que haga? Pensará una respuesta lógica. Sólo haz preguntas para que la persona pueda expresarse de manera racional y se sienta ESCUCHADA. Aunque no compartas su opinión, deja que se exprese y escúchale. Únicamente escuchándole podrás comprender cómo se siente. De esta manera, no le retas ni le juzgas.
5- Recuerda que es bueno que la persona alterada tenga la última palabra en la conversación porque todavía está sensible y lo necesita.
Os dejo un video de Elsa Punset en el que nos explica a la perfección cómo funciona nuestro cerebro emocional en esos momentos y cómo debemos actuar para gestionar adecuadamente esa situación difícil.
Fuente:
Elsa Punset- El mundo en tus manos