COMO NOS MOSTRAMOS ANTE LAS REDES SOCIALES
Las redes sociales están a la orden del día en nuestra vida cotidiana. Parece que tenemos la necesidad de tener que transmitir cada cosa que hacemos, lo que comemos, dónde estamos, con quién estamos y sobre todo, cómo nos sentimos o mejor dicho como quiero que me vean.
Dime lo que subes o lo que no subes…. Y te diré lo que
quieres mostrar o esconder al mundo
Estamos muy conectados con el exterior, preocupados por el qué dirán y el cómo nos verán desde fuera.
¿Pero… qué pasa con nosotros? ¿Por qué nos importa tanto aparentar ser feliz?
Hay una palabra que está muy de moda que define psicológicamente lo que os quiero decir, es el famoso “postureo”. En términos psicológicos podría definirlo como “aquella actitud centrada en la imagen y la apariencia de uno mismo motivada por una necesidad de mostrarse a los demás”.
Es lógico que nos influya en alguna medida lo que piensen los demás, pero insisto, en alguna medida. Cada uno debe aceptarse a sí mismo y saber cómo es, sin esa necesidad constante de mostrarse ante el mundo feliz cada día. Tenemos esa tendencia a que nos vean BIEN ¿Te has planteado por qué?
Si te preguntan… ¿Qué tal en el nuevo trabajo? Seguramente en ese momento pienses que lo mejor es que digas «Muy bien, estoy aprendiendo mucho, estoy muy contento» (de hecho, esta misma mañana has subido una foto a facebook tan feliz en tu mesa). Error, ¿Por qué lo haces? ¿Crees que no debes mostrarte descontento o frustrado por el trabajo a un mes de empezar? ¿Y por qué no? ¿Es una obligación tener que estar feliz.
Probablemente tengas razones de peso para sentirte así, no tengas miedo de enseñar al mundo esa faceta de frustración y tristeza. Quizás tengas miedo a que piensen que eres un quejica y un vago, pero tu sabes bien que eso no es así. Muéstrate al mundo tal y como eres en todas las facetas y emociones de tu vida.
DE VERDAD, NO PASA NADA.
¿Y QUÉ PASA SI UNO NO MUESTRA SU VIDA EN LAS REDES SOCIALES?
¿Y QUÉ PASA SI UNO NO MUESTRA SU VIDA EN LAS REDES SOCIALES?
Nadie sabe de ti, no existes, es más difícil que se acuerden de ti. ¿Por qué nos comportamos de esa manera? Los mensajes o «me gusta» que recibimos de nuestros amigos de Facebook o Instagram hacen que activemos lo que se llama el Sistema de Recompensa en el cerebro, siendo comparable a la respuesta cerebral que se obtiene al ganar dinero o al comer algo placentero, como chocolate, o cualquier droga.
¿Por qué nos gustan tanto los ‘likes‘? Aunque no lo creas, mostramos cierta dependencia de los mismos e incluso vemos recompensada nuestra autoestima con este simple gesto.
De alguna manera, los usuarios de Facebook o Instagram esperamos resultados del mensaje o foto publicados, y esta expectativa llega a condicionar el comportamiento. El impacto de los ‘me gusta’ va mucho más allá de lo que imaginamos.
EL ACEPTARNOS A NOSOTROS MISMOS NOS HACE MAS VIVOS, PORQUE VIVIMOS CON VIDA, SIN ESTAR PENDIENTES DEL QUÉ DIRÁN.
Algunos expertos sugieren además que este intercambio de ‘likes’ hace que la gente se sienta más querida y lo que es más importante, menos sola. Curiosamente, el usuario que hace un ‘me gusta’ de alguna manera envía afecto a través de un cómodo botón que no le cuesta nada pulsar.